Camino al fin del mundo: desde Santiago a Finisterre

La última etapa del Camino de Santiago no finaliza abrazando al Apóstol, esta prolongación hasta la Costa da Morte desde Santiago de Compostela, unos 87 Km a pie, invita a evocar las leyendas del traslado del Apóstol a estas tierras y son el perfecto epílogo para terminar de sosegar el alma y purificar el cuerpo en las bravas aguas de la “Costa da Morte” en el Océano Atlántico.

El peregrino bien merece el disfrute que, sin duda, hallará en la belleza de su paisaje, en la simpatía y bondad de sus gentes, en la gastronomía, en la cultura y leyendas de sus pueblos, muy arraigados en la tradición Jacobea.

Uno de los más bellos caminos, que te llevan a lugares evocadores, atravesando joyas medioambientales de la naturaleza como las que encontramos en Negreira, alcanzando el enclave rural típico de Olveiroa con sus centenarios hórreos, en Cee empiezas a tener el mar al alcance de la mano, y finalmente nos encontramos con la Costa da Morte, sus acantilados, ensenadas, playas, zonas rocosas, etc. etc. ofrecen tanto al caminante peregrino, que cada paso es un placer para todos los sentidos.

La costumbre dice que el peregrino cuando llega a la costa, quema sus pertenencias maltrechas y usadas en el largo Camino, en un acto de purificación y renovación. Pero lo que realmente sorprende, por ser un espectáculo indescriptible, son las puestas de sol, al atardecer. Lentamente se sumerge en la aguas del Océano colocándolas de rojo – sangre, en un juego de profundidad, luces y colores.

Ya en el pueblo de Finisterre no puede faltar la visita al casco histórico y disfrutar del buen marisco. Hay posibilidad de ampliar el camino hasta Muxía.